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Según los resultados de esta encuesta, dos de cada cinco europeos tienen un interés personal en la seguridad alimentaria, y solo uno de cada cinco expresa que sea su mayor preocupación. Para la mayoría de los europeos, es uno de los factores que, junto con el precio, el sabor, la nutrición y el origen de los alimentos, influye en la elección de los alimentos y en sus hábitos alimenticios.
Por otra parte, los factores más importantes para los europeos, cuando compran alimentos, es conocer de su procedencia (53%), su coste (51%), su seguridad alimentaria (50%), su sabor (49%), y su contenido nutricional (44%), mientras que factores como la ética o creencias religiosas tienen menor importancia en la elección (19%). Sin embargo estas cifras en España son diferentes, siendo el coste (58%) seguido por la nutrición (56%) los dos primeros.
De forma global, el 41% de los encuestados dice que está "personalmente interesado en el tema de la seguridad de los alimentos", sin embargo en España este porcentaje es inferior (37%) y, para algo más de una quinta parte de los europeos (22%), la seguridad de los alimentos es su principal preocupación al elegirlos.
Dos tercios de los europeos (66%) han cambiado su patrón de consumo después de recibir información sobre la presencia de un riesgo alimentario en un alimento concreto. Para un 33% de ellos el cambio fue permanente mientras que para el otro 33% solo temporal. Los cambios en el comportamiento de consumo son más comunes entre las mujeres, de mediana edad y las que tienen niveles más altos de educación.
Las preocupaciones más frecuentes relacionadas con los alimentos, de los ciudadanos europeos, son: residuos de antibióticos, hormonas o esteroides en la carne (44%), residuos de pesticidas en los alimentos (39%), contaminantes ambientales en pescado, carne o productos lácteos (37%) y aditivos, como los colorantes, conservantes o saborizantes utilizados en alimentos o bebidas (36%). En España los residuos de pesticidas son la mayor fuente de preocupación (45%), seguido de los contaminantes medioambientales (42 %), ocupando los dos primeros lugares.
La confianza de los ciudadanos respecto a la fuente origen de la información sobre los riesgos relacionados con los alimentos , es mayor cuando proviene de científicos (82%) y organizaciones de consumidores (79%), seguida por agricultores (69%), las autoridades nacionales (60%), las instituciones de la UE (58%), las ONG (56 %) y, por último, los periodistas (50%). Esta confianza es menor cuando proviene de supermercados y restaurantes (43%), industrias alimentarias (36%) y celebridades, bloggers y personas influyentes (19%).
Un poco más de 2 de cada 5 encuestados (43%) saben que existe normativa vigente para garantizar que los alimentos que se ingieren son seguros. Además, solo 2 de cada 10 (28%) sabe que esta legislación está basada en la ciencia.
Resultados específicos para España.
Viernes, 7 de junio de 2019/ AECOSAN/ España.
http://www.aecosan.msssi.gob.es
